San Nicolás de los Garza Nuevo León 07/10/13
UNIVERSIDAD ALFONSO REYES
LICENCIATURA EN FORMACION INFANTIL
Materia: educación especial.
Maestra: Karla cruz Rdz.
Nombre del trabajo (sistema auditivo)
Nombre: Karla Alejandra garza Quiroz
Matricula: 1662.
Grado: 6 Tetramestre 6
Turno: vespertino
Introducción
El sistema auditivo es muy importante para los seres humanos ya que por ese medio podemos escuchar e identificar sonidos diferentes como Nuestra sistema auditivo constantemente nos provee de información acerca de nuestroMedio ambiente, ya sea el ruido de una fábrica, el canto de un pájaro o el sonido
Proveniente del llanto de un recién nacido. Estos sonidos se nos presentan en forma depresiones acústicas. El sistema auditivo humano es sensible a un amplio rango de frecuencias. Para saber cómo funciona nuestro sistema auditivo se requieren conocimientos en anatomía y fisiología del complejo sistema auditivo. Y uno de los autores son Pedro Alfredo Velasco El oído Para comenzar tendríamos que realizar una rápida descripción del sistema de audición. El sistema auditivo humano es bilateral con dos oídos ubicados a ambos lados del cráneo sobre los huesos temporales. Es común describir el oído dividiéndolo en tres partes: oído externo, medio e interno Esta división tiene fundamentos anatómicos y funcionales ya que cada una de las partes tiene características propias y funciones específicas claramente diferenciadas. Además desde el punto de vista físico implica distinguir tres partes o subsistemas claramente distintos que acoplados constituyen un sistema muy complejo que se comporta como un receptor transmisor, amplificador, analizador y transductor de la energía mecánica de una onda sonora.
Georg Von Békésy (1960), de origen húngaro, después de 25 años dedicados a descifrar el misterio de este minúsculo órgano, descubrió que las ondas de presión hidráulica que viajan a lo largo de los conductos del caracol, llegan a un punto máximo a lo largo del camino y presionan la membrana basilar. Las ondas generadas por los sonidos de alta frecuencia presionan la membrana cerca de la base del caracol, mientras que las ondas generadas por sonidos de baja frecuencia la presionan cerca del vértice. Por consiguiente, Békésy llegó a la conclusión de que el sonido de una frecuencia específica produce ondas que arquean la membrana basilar por un punto particular y hace que las células ciliadas de ese punto reaccionen y envíen señales al cerebro. La ubicación de las células ciliadas correspondería a la frecuencia, y la cantidad activada de tales células, a la intensidad Esta explicación es correcta en el caso de los tonos simples. Sin embargo, los sonidos que se producen en la naturaleza raras veces son sencillos. El canto de una rana toro suena bastante diferente del toque de un tambor, aunque es posible que los dos sonidos tengan la misma frecuencia. Esto se debe a que cada sonido está compuesto de un tono fundamental y muchos armónicos. La cantidad de armónicos y la fuerza relativa de éstos da a cada sonido su timbre distintivo o de carácter, de forma tal que reconocemos los sonidos que oímos. La membrana basilar es capaz de responder tánicamente a todos los armónicos de un sonido y detectar cuántos y qué armónicos están presentes, identificando así el sonido. Los matemáticos llaman a este proceso el "análisis de Fourier", denominado así en honor al matemático francés del siglo XIX Jean-Baptista-Joseph Fourier, señalando que el oído ha utilizado desde siempre esta técnica matemática avanzada para analizar los sonidos que oye y comunicar la información al cerebro Pese a esto, aún actualmente no se conoce bien qué tipo de señales envía al cerebro el oído interno. Los estudios revelan que las señales enviadas por todas las células.
Sistema auditivo.
El oído externo comprende el pabellón auditivo (parte visible), el canal y la membrana timpánica. El oído medio se encuentra a continuación y contiene tres minúsculos huesos enlazados que son los encargados de transmitir las vibraciones de esta membrana al oído interno, el cual consta de una cavidad compleja rellena de líquido, que contiene las membranas y terminales nerviosos por los que se detectan los cambios de presión. Estas informaciones se analizan y transmiten al nervio acústico. La vía normal de la audición es la siguiente: las ondas sonoras se canalizan por el pabellón y el conducto auditivo, los cuales forman un tubo acústico. Las variaciones de presión imprimen al tímpano vibraciones cuya amplitud es del orden de la micra para sonidos de intensidad media o mucho menor, casi imperceptible. La cadena de huesecillos asegura una transmisión adecuada entre el tímpano que vibra en el aire y la ventana oval, que tiene una cara en contacto con el líquido del oído interno, cuya resistencia acústica es mucho mayor que la del aire.
Los sonidos se pueden también transmitir al oído interno, mediante los huesos del cráneo, sin que intervengan los huesecillos ni el tímpano. Las vibraciones de la ventana oval se comunican por medio de los líquidos del oído interno a las células ciliadas del órgano de Corti, transmitiéndose por último esta señal al nervio acústico y de él al cerebro.
Recepción
La onda sonora incide primeramente sobre el pabellón auditivo, el cual capta los sonidos, los refuerza y posteriormente los transmite, además el pabellón juega un papel en la orientación auditiva, que se observa con más claridad en los animales que tienen orejas orientables. Su función en la orientación depende de tres factores: la intensidad del sonido, la fase de las ondas y el tiempo que tarda la onda en llegar al cerebro. El fenómeno de la audición normal en los seres humanos da lugar a un efecto de difracción de las ondas sonoras debido al obstáculo representado por la cabeza. Si las ondas sonoras son de gran frecuencia, o la longitud de onda pequeña frente a las dimensiones de la cabeza aparece una diferencia de intensidad entre los sonidos percibidos por cada oído pero si éstos son de baja frecuencia (gran longitud de onda frente a las dimensiones de la cabeza) lo que se observa es una diferencia de fase, es decir, cierta diferencia de tiempo entre los oídos.
Transmisión
La transmisión del oído se efectúa en primer lugar a través de la cadena de huesecillos, que realizan una doble función: adaptadora y protectora. La onda sonora pasa de un medio aéreo a otro líquido, por lo que es necesario un sistema adaptador, constituido por la cadena ósea. La resistencia acústica específica se define como el producto de la densidad volumétrica del medio por la velocidad de fase de la onda en el mismo, y nos permite evaluar las pérdidas que sufre la onda sonora al pasar de un medio a otro. Si la diferencia de resistencia acústica es grande el coeficiente de transmisión es muy pequeño, por ejemplo al pasar de una onda sonora de un medio gaseoso a otro líquido. Esto sucede precisamente en el oído, en el que se hace necesario un adaptador de impedancias, papel desempeñado por la cadena ósea, la cual se encarga de compensar esta pérdida. Además de esta función adaptadora, la cadena ósea tiene una función protectora, dado que los músculos del martillo y del estribo (pertenecientes al oído medio) reducen la amplitud de las oscilaciones y protegen al oído interno frente a los sonidos intensos de baja frecuencia. Los movimientos de la superficie del estribo en la ventana oval hacen varia frecuentemente las características de la onda sonora que se transmite. Para ondas de elevada frecuencia y pequeña amplitud la superficie del estribo se mueve como una puerta, mientras que para ondas de baja frecuencia y gran amplitud el movimiento se realiza.
La acción de una onda sobre la membrana basilar se puede representar mediante un modelo mecánico o eléctrico, es decir, como un circuito de constantes distribuidas, formado por una cadena de elementos en "L" acoplados en serie, con la rama serie formada por una bobina, que representa la masa mecánica de una cierta porción del líquido del caracol.
Conclusión: El oído es una parte fundamental del ser humano, porque está presente dentro de nuestras vidas, siendo uno de los sentidos más importantes. Este sentido adquiere desde el principio de la vida, con la voz de nuestra madre hasta el final de nuestros días. A lo largo de este informe, también pudimos apreciar las partes del oído y sus funciones así como las enfermedades que se pueden producir en este. Y son muy dolorosas esas enfermedades y molestas para uno mismo. El sentido de la audición proporciona información del medio externo y está altamente especializado para detectar vibraciones. El estímulo específico del sistema auditivo son vibraciones de una determinada frecuencia denominadas ondas de presión sonora. El rango audible de estas frecuencias varía considerablemente según las necesidades y la conducta de cada especie. Una de las grandes diferencias entre el sistema auditivo y otros sistemas sensoriales es la rapidez en la escala de tiempo a la que el primero funciona. El objetivo primordial de la investigación en audición es entender la fisiología del sistema auditivo en humanos e identificar las causas y el tratamiento de las distintas patologías que conducen a la sordera y otros problemas auditivos tales como él, epilepsias, etc. En este sentido podría decirse que la investigación del sistema nervioso auditivo en animales es trascendental, porque permite establecer, desarrollar y evaluar métodos terapéuticos que eventualmente se puedan aplicar a la clínica. Además, y no es menos importante, la investigación en audición persigue conocer y entender los procesos básicos de la percepción de los sonidos. Determinar el origen de un sonido puede ser vital para la supervivencia, para los animales y asimismo para los humanos. En estos últimos, no hay duda de que la audición ha contribuido de manera importante al desarrollo no solamente del lenguaje, sino también de la música y, a través de todo ello, de gran parte nuestra cultura. Aunque parezca obvio, debemos recordar que una persona ciega está privada del mundo de los colores e imágenes, pero una persona con discapacidad auditiva grave (sordos) lo está de la posibilidad de comunicarse con el exterior mediante leguaje hablado, percibir señales de alarma o deleitarse con la expresión musical. Podemos concluir que la audición nos permite saber que está pasando en nuestro medio exterior aunque no lo veamos ni lo toquemos.
Bibliografía
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