jueves, 1 de agosto de 2013

investigacion de procesos formativos.

Universidad Alfonso reyes
Licenciatura en formación infantil
Ensayo: estrategias didácticas dentro del aula
 

 Maestra: Lic. Leslie Rodríguez g.
Materia: investigación de procesos formativos

Alumna: Karla Alejandra garza Quiroz

 Grupo: 5

Matricula: 1662



SAN NICOLAS DE LOS GARZA.
Introducción.

La profesión docente siempre ha necesitado la dotación de un amplio abanico de estrategias y técnicas orientadas al perfeccionamiento de la actividad educativa. Este perfeccionamiento viene determinado por el éxito con el cual los alumnos adquieren unos conocimientos, procedimientos y actitudes.
En este sentido se puede afirmar que el punto de partida de cualquier estrategia a aplicar en el aula es el alumno en sí mismo, y a esta "parrilla de salida" le tenemos que añadir un conjunto de variables que inciden, de forma determinante, sobre el producto educativo, nos estamos refiriendo a variables como el docente, la motivación, las relaciones dentro del aula, la resolución de conflictos, etc.



















 El juego didáctico es una estrategia que se puede utilizar en cualquier nivel o modalidad del educativo pero por lo general el docente lo utiliza muy poco porque desconoce sus múltiples ventajas. El juego que posee un objetivo educativo, se estructura como un juego reglado que incluye momentos de acción pre-reflexiva y de simbolización o apropiación abstracta-lógica de lo vivido para el logro de objetivos de enseñanza curriculares, cuyo objetivo último es la apropiación por parte del jugador, de los contenidos fomentando el desarrollo de la creatividad. El uso de esta estrategia persigue una cantidad de objetivos que están dirigidos hacia la ejercitación de habilidades en determinada área. Es por ello que es importante conocer las destrezas que se pueden desarrollar a través del juego, en cada una de las áreas de desarrollo del educando como: la físico-biológica; socio-emocional, cognitivo-verbal y la dimensión académica. Así como también es de suma importancia conocer las características que debe tener un juego para que sea didáctico y manejar su clasificación para saber cuál utilizar y cuál sería el más adecuado para un determinado grupo de educandos. Una vez conocida la naturaleza del juego y sus elementos es donde el docente se pregunta cómo elaborar un juego, con qué objetivo crearlo y cuáles son los pasos para realizarlo, es allí cuando comienza a preguntarse cuáles son los materiales más adecuados para su realización y comienzan sus interrogantes. El propósito de generar estas inquietudes gira en torno a la importancia que conlleva utilizar dicha estrategia dentro del aula y que de alguna manera sencilla se puede crear sin la necesidad de manejar el tema a profundidad, además de que a partir de algunas soluciones prácticas se puede realizar esta tarea de forma agradable y cómoda tanto para el docente como para los alumnos. Todo ello con el fin de generar un aprendizaje efectivo a través de la diversión.

La relación entre juego y aprendizaje es natural; los verbos “jugar” y “aprender” confluyen. Ambos vocablos consisten en superar obstáculos, encontrar el camino, entrenarse, deducir, inventar, adivinar y llegar a ganar... para pasarlo bien, para avanzar y mejorar (Andrés y García, s/f).
La diversión en las clases debería ser un objetivo docente. La actividad lúdica es atractiva y motivadora, capta la atención de los alumnos hacia la materia, bien sea para cualquier área que se desee trabajar. Los juegos requieren de la comunicación y provocan y activan los mecanismos de aprendizaje. La clase se impregna de un ambiente lúdico y permite a cada estudiante desarrollar sus propias estrategias de aprendizaje. Con el juego, los docentes dejamos de ser el centro de la clase, los “sabios” en una palabra, para pasar a ser meros facilita dores-conductores del proceso de enseñanza- aprendizaje, además de potenciar con su uso el trabajo en pequeños grupos o parejas.
memorización de datos y una mínima comprensión. Todas las tareas deben requerir que los alumnos, como mínimo, entiendan y puedan aplicar el significado de las ideas estudiadas. La mayoría de las veces, hay que indicarles a todos que utilicen la información, las nociones y las destrezas en cuestión para resolver problemas intrincados que no admiten una respuesta tipo. Algunos necesitaran mas ayuda que otros para exponer y fundamentar una argumentación, por ejemplo. A otros les convendrá usar materiales de investigación más avanzados para elaborar su planteo. Algunos tal vez requieran una breve lección para repasar como se elabora y defiende un argumento convincente. Algunos tendrán que exponer sus planteos en forma oral y solicitar que un par o un adulto los pongan por escrito. Otros podrían necesitar materiales en otro idioma que no sea las ingles, o escribir primero en otra lengua y luego traducirla. Pero si la argumentación es una destreza valiosa, todos los alumnos deben abordarla con el andamiaje apropiado. Las clases deben ser atractivas para todos los estudiantes. Como mencionamos anteriormente, es posible que usted no siempre logre esta meta, pero debería ser un objetivo para el crecimiento como docente. Aunque todos los alumnos alguna vez tendrán que hacer ejercicios de repetición para asimilar datos necesarios, no es aceptable que los estudiantes con dificultades pasen la mayor parte del tiempo tratando de incorporar información básica mientras otros tienen ocasión de aplicarla. De hecho, actualmente sabemos (Means, Chelemer y Knapp, 1991) que para muchos estudiantes con dificultades, aprender seria más natural y razonable si se les propusieran problemas, cuestiones, dilemas e incógnitas que les demandaran una mayor aplicación de lo que han aprendido. En un aula diferenciada debe haber un equilibrio entre tareas y agrupamientos elegidos por los estudiantes y los asignados por el docente. Este equilibrio variara un poco para cada alumno según su madurez, la índole de la tarea, las condiciones del aula, etcétera. Pero todos los estudiantes deberían tener tareas optativas y otras asignadas de acuerdo con su perfil de aprendizaje individual. También en este caso, no es conveniente que los estudiantes con dificultades trabajen solos en una tarea asignada por el docente mientras otros realizan juntos tare as de su propia elección.





Conclusión.


Un juego didáctico debería contar con una serie de objetivos que le permitirán al docente establecer las metas que se desean lograr con los alumnos, entre los objetivos se pueden mencionar: plantear un problema que deberá resolverse en un nivel de comprensión que implique ciertos grados de dificultad. Afianzar de manera atractiva los conceptos, procedimientos y actitudes contempladas en el programa. Ofrecer un medio para trabajar en equipo de una manera agradable y satisfactoria. Reforzar habilidades que el niño necesitará más adelante. Educar porque constituye un medio para familiarizar a los jugadores con las ideas y datos de numerosas asignaturas. Brindar un ambiente de estímulo tanto para la creatividad intelectual como para la emocional. Y finalmente, desarrollar destrezas en donde el niño posee mayor dificultad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario