Universidad Alfonso reyes
Licenciatura
en formación infantil
Ensayo:
estrategias didácticas dentro del aula
Maestra: Lic.
Leslie Rodríguez g.
Materia: investigación de procesos formativos
Alumna:
Karla Alejandra garza Quiroz
Grupo: 5
Matricula:
1662
SAN
NICOLAS DE LOS GARZA.
Introducción.
La
profesión docente siempre ha necesitado la dotación de un amplio abanico de estrategias y técnicas orientadas al
perfeccionamiento de la actividad educativa. Este perfeccionamiento viene
determinado por el éxito con el cual los alumnos
adquieren unos conocimientos, procedimientos y actitudes.
En
este sentido se puede afirmar que el punto de partida de cualquier estrategia a aplicar en el aula es
el alumno en sí mismo, y a esta "parrilla de salida" le tenemos que
añadir un conjunto de variables que inciden, de forma
determinante, sobre el producto educativo, nos estamos
refiriendo a variables como el docente, la
motivación, las relaciones dentro del aula, la resolución
de conflictos, etc.
El juego didáctico es una estrategia que se
puede utilizar en cualquier nivel o modalidad del educativo pero por lo general
el docente lo utiliza muy poco porque desconoce sus múltiples ventajas. El
juego que posee un objetivo educativo, se estructura como un juego reglado que
incluye momentos de acción pre-reflexiva y de simbolización o apropiación
abstracta-lógica de lo vivido para el logro de objetivos de enseñanza
curriculares, cuyo objetivo último es la apropiación por parte del jugador, de
los contenidos fomentando el desarrollo de la creatividad. El uso de esta
estrategia persigue una cantidad de objetivos que están dirigidos hacia la
ejercitación de habilidades en determinada área. Es por ello que es importante
conocer las destrezas que se pueden desarrollar a través del juego, en cada una
de las áreas de desarrollo del educando como: la físico-biológica;
socio-emocional, cognitivo-verbal y la dimensión académica. Así como también es
de suma importancia conocer las características que debe tener un juego para
que sea didáctico y manejar su clasificación para saber cuál utilizar y cuál
sería el más adecuado para un determinado grupo de educandos. Una vez conocida
la naturaleza del juego y sus elementos es donde el docente se pregunta cómo
elaborar un juego, con qué objetivo crearlo y cuáles son los pasos para
realizarlo, es allí cuando comienza a preguntarse cuáles son los materiales más
adecuados para su realización y comienzan sus interrogantes. El propósito de
generar estas inquietudes gira en torno a la importancia que conlleva utilizar
dicha estrategia dentro del aula y que de alguna manera sencilla se puede crear
sin la necesidad de manejar el tema a profundidad, además de que a partir de
algunas soluciones prácticas se puede realizar esta tarea de forma agradable y
cómoda tanto para el docente como para los alumnos. Todo ello con el fin de
generar un aprendizaje efectivo a través de la diversión.
La relación
entre juego y aprendizaje es natural; los verbos “jugar” y “aprender”
confluyen. Ambos vocablos consisten en superar obstáculos, encontrar el camino,
entrenarse, deducir, inventar, adivinar y llegar a ganar... para pasarlo bien,
para avanzar y mejorar (Andrés y García, s/f).
La diversión en las clases
debería ser un objetivo docente. La actividad lúdica es atractiva y motivadora,
capta la atención de los alumnos hacia la materia, bien sea para cualquier área
que se desee trabajar. Los juegos requieren de la comunicación y provocan y
activan los mecanismos de aprendizaje. La clase se impregna de un ambiente
lúdico y permite a cada estudiante desarrollar sus propias estrategias de
aprendizaje. Con el juego, los docentes dejamos de ser el centro de la clase,
los “sabios” en una palabra, para pasar a ser meros facilita dores-conductores
del proceso de enseñanza- aprendizaje, además de potenciar con su uso el
trabajo en pequeños grupos o parejas.
memorización de datos y una
mínima comprensión. Todas las tareas deben requerir que los alumnos, como
mínimo, entiendan y puedan aplicar el significado de las ideas estudiadas. La
mayoría de las veces, hay que indicarles a todos que utilicen la información,
las nociones y las destrezas en cuestión para resolver problemas intrincados
que no admiten una respuesta tipo. Algunos necesitaran mas ayuda que otros para
exponer y fundamentar una argumentación, por ejemplo. A otros les convendrá
usar materiales de investigación más avanzados para elaborar su planteo.
Algunos tal vez requieran una breve lección para repasar como se elabora y
defiende un argumento convincente. Algunos tendrán que exponer sus planteos en
forma oral y solicitar que un par o un adulto los pongan por escrito. Otros
podrían necesitar materiales en otro idioma que no sea las ingles, o escribir
primero en otra lengua y luego traducirla. Pero si la argumentación es una
destreza valiosa, todos los alumnos deben abordarla con el andamiaje apropiado.
Las clases deben ser atractivas para todos los estudiantes. Como mencionamos
anteriormente, es posible que usted no siempre logre esta meta, pero debería ser
un objetivo para el crecimiento como docente. Aunque todos los alumnos alguna
vez tendrán que hacer ejercicios de repetición para asimilar datos necesarios,
no es aceptable que los estudiantes con dificultades pasen la mayor parte del
tiempo tratando de incorporar información básica mientras otros tienen ocasión
de aplicarla. De hecho, actualmente sabemos (Means, Chelemer y Knapp, 1991) que
para muchos estudiantes con dificultades, aprender seria más natural y
razonable si se les propusieran problemas, cuestiones, dilemas e incógnitas que
les demandaran una mayor aplicación de lo que han aprendido. En un aula
diferenciada debe haber un equilibrio entre tareas y agrupamientos elegidos por
los estudiantes y los asignados por el docente. Este equilibrio variara un poco
para cada alumno según su madurez, la índole de la tarea, las condiciones del
aula, etcétera. Pero todos los estudiantes deberían tener tareas optativas y
otras asignadas de acuerdo con su perfil de aprendizaje individual. También en
este caso, no es conveniente que los estudiantes con dificultades trabajen
solos en una tarea asignada por el docente mientras otros realizan juntos tare
as de su propia elección.
Conclusión.
Un juego didáctico debería
contar con una serie de objetivos que le permitirán al docente establecer las
metas que se desean lograr con los alumnos, entre los objetivos se pueden
mencionar: plantear un problema que deberá resolverse en un nivel de
comprensión que implique ciertos grados de dificultad. Afianzar de manera atractiva
los conceptos, procedimientos y actitudes contempladas en el programa. Ofrecer
un medio para trabajar en equipo de una manera agradable y satisfactoria.
Reforzar habilidades que el niño necesitará más adelante. Educar porque
constituye un medio para familiarizar a los jugadores con las ideas y datos de
numerosas asignaturas. Brindar un ambiente de estímulo tanto para la
creatividad intelectual como para la emocional. Y finalmente, desarrollar
destrezas en donde el niño posee mayor dificultad.
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